Análisis espacial de la relación entre el salario mínimo nacional y los índices de precios regionales en Venezuela 1990-1999 / Juan David Porras Santana; tutor Andrés Eloy Blanco

Por: Colaborador(es): Idioma: Español Detalles de publicación: 2009Descripción: xii h, 140 h. il.(col.), mapas 28 cmTema(s): Nota de disertación: Sección Publicaciones Oficiales Tesis de Grado Bibliografía Pregrado Universidad Central de Venezuela, Facultad de Humanidades y Educación, Escuela de Geografía. Lic. Geografía Resumen: El presente trabajo de investigación versó sobre el análisis del efecto de los índices de precios al consumidor (IPC) regionales sobre el salario mínimo nacional en el período comprendido entre enero 1990 y diciembre 1999. Para su elaboración fueron utilizadas las series anuales de IPC para las nueve regiones político-administrativas establecidas por el INE. Tomando en cuenta el Índice General de Precios al Consumidor para cada región, tanto de las áreas urbanas como rurales de las mismas. Para las series de salario se ponderaron por año calendario, ya que las misma están presentadas por períodos de vigencia disimiles, lo que hace imposible su comparación, debido a que los IPC están expresados en anualidades calendario. Al relacionar el salario mínimo nacional, los IPC regionales se obtuvo los salarios reales para cada una de las mencionadas regiones, que al comparar con indicadores sociales como el Índice de Desarrollo Humano (IDH), permitió arribar a las conclusiones siguientes: · El salario mínimo nacional muestra una variabilidad representativa de las regiones en los IPC, condicionada por el nivel de urbanización o de ruralismo de la misma. · El salario mínimo real se hizo positivo a partir de la salarización de los bonos, producto del acuerdo tripartito entre trabajadores, patronos y gobierno para convertir las prestaciones sociales de retroactivas en acumulativas (1997). · El salario mínimo rural, siempre en términos absolutos menores que el urbano, fue incrementándose año a año, por efecto de la igualación legislativa, y en términos reales, al presentarse menores valores del IPC en las áreas rurales, éste fue mayor que el urbano en cuanto a su poder adquisitivo. · Ni los IPC menores, ni los salarios reales mayores son indicadores de una mejor calidad de vida, ya que, el factor decisivo para mejorar las condiciones de salud, educación e ingreso per cápita es el nivel de urbanización, como lo indican la relación IDH- urbanización. El caso más representativo es la región Capital, donde se encuentran los valores más altos de IPC e IDH, pero los salarios reales más bajos.

Sección Publicaciones Oficiales Tesis de Grado Bibliografía Pregrado Universidad Central de Venezuela, Facultad de Humanidades y Educación, Escuela de Geografía. Lic. Geografía

El presente trabajo de investigación versó sobre el análisis del efecto de los índices de precios al consumidor (IPC) regionales sobre el salario mínimo nacional en el período comprendido entre enero 1990 y diciembre 1999. Para su elaboración fueron utilizadas las series anuales de IPC para las nueve regiones político-administrativas establecidas por el INE. Tomando en cuenta el Índice General de Precios al Consumidor para cada región, tanto de las áreas urbanas como rurales de las mismas. Para las series de salario se ponderaron por año calendario, ya que las misma están presentadas por períodos de vigencia disimiles, lo que hace imposible su comparación, debido a que los IPC están expresados en anualidades calendario. Al relacionar el salario mínimo nacional, los IPC regionales se obtuvo los salarios reales para cada una de las mencionadas regiones, que al comparar con indicadores sociales como el Índice de Desarrollo Humano (IDH), permitió arribar a las conclusiones siguientes: · El salario mínimo nacional muestra una variabilidad representativa de las regiones en los IPC, condicionada por el nivel de urbanización o de ruralismo de la misma. · El salario mínimo real se hizo positivo a partir de la salarización de los bonos, producto del acuerdo tripartito entre trabajadores, patronos y gobierno para convertir las prestaciones sociales de retroactivas en acumulativas (1997). · El salario mínimo rural, siempre en términos absolutos menores que el urbano, fue incrementándose año a año, por efecto de la igualación legislativa, y en términos reales, al presentarse menores valores del IPC en las áreas rurales, éste fue mayor que el urbano en cuanto a su poder adquisitivo. · Ni los IPC menores, ni los salarios reales mayores son indicadores de una mejor calidad de vida, ya que, el factor decisivo para mejorar las condiciones de salud, educación e ingreso per cápita es el nivel de urbanización, como lo indican la relación IDH- urbanización. El caso más representativo es la región Capital, donde se encuentran los valores más altos de IPC e IDH, pero los salarios reales más bajos.

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