Valor ético-médico y legal de las indicaciones médicas para pacientes hospitalizados : más razones que obligan a adoptar el modelo de historias clínicas orientado por problemas
Tipo de material: TextoIdioma: Español Detalles de publicación: Caracas, VE : s.n, jul. 1991.Descripción: 35 paginasOtro título:- Medical legal and ethics value of the medical therapeutic for the internal patients : plus desition for adoption of clinical register model ahead by problems
Tipo de ítem | Biblioteca actual | Signatura topográfica | Estado | Fecha de vencimiento | Código de barras | |
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Tesis y Trabajos de Ascenso | Centro de Documentación "Dr. José Ángel Puchi Ferrer" | E539.1 WX179 *S82 (Navegar estantería(Abre debajo)) | Available |
Tesis de grado (Especialista en Medicina Interna) -- Universidad Central de Venezuela.Facultad de Medicina.Comision de Estudios de Postgrado, jul. 1991.
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Se revisaron 44 historias clínicas de pacientes hospitalizados en los Servicios de Medicina I y II del Hospital Universitario Ruiz y Páez de Ciudad Bolívar. Se decidió para este propósito escoger aquellas indicaciones que genéricamente se emplean con mayor frecuencia; éstas fueron: Dietoterapia,Control de signos vitales, Fluidoterapia, Transfusiones S.O.S., Farmacoterapia convencional específica. Se incluyó como excepción valorar la indicación médica pertinente a "líneas de invasión" y el nivel de vigilancia establecido para la misma, por la importancia obvia e implícita en este aspecto, y porque en la praxis diaria parece no merecer espacio en nuestras indicaciones. A ninguno de los 44 pacientes se le determinó status nutricional; en lo que respecta a "control de signos vitales" como indicación médica, ésta revela imprecisión, falta de comunicación casi absoluta y valor educacional despreciable. En lo que respecta a fluidoterapia, no justificamos ni razonamos necesidades del paciente; la constante encontrada es la imprecisión en el manejo. La indicación de transfusiones (sangre/subproducto) resalta dos aspectos adicionales a los descritos: La evidencia de cumplimiento casi completa a la anexión de hojas de transfusión expedidas por Banco de Sangre relacionado o precisando detalles técnicos pertinentes; no hay registros dinámicos y críticos llevado por médico y/o enfermería. Para cualquiera de los servicios considerados, tomando en cuenta tipo de pacientes, debería disponerse de por lo menos una línea de oxígeno para cada 5 pacientes hospitalizados; ésto está muy lejos de conciliarse y merece nuestra denuncia y rechazo por las implicaciones obvias. En cuanto a los aspectos observados en relación a "líneas de invasión", éstas se realizan por profesional médico o de enfermería y conlleva las mejores de las intenciones; pero eso no es garantía contra la iatrogenia si no se rigen por normativas de registros, precisión y comunicación que cada nivel exige, y así asegurar trabajo coincidente e interrelacionado. en la práctica, vemos ejemplos de cómo se falla en esto último, o sea, creamos o permitimos situaciones que ciertamente favorecen la iatrogenia. La precisión, los criterios,y el nivel de vigilancia, de las indicaciones médicas, dejan mucho que desear; examinemos algunos ejemplos típicos y frecuentes; el médico no precisa tipo de analgésico, y la enfermera casi nunca registra hora de auxilio, menos aún, tipo de analgésico usado, cantidad, o efectos sobre el paciente. Es sencillamente el incumplimiento o la falla de registro de lo que hace la enfermera; peor aún, no hay evidencia de vigilancia o reclamo por el médico del control TA. c 4 ó c/6 horas. En paciente con accidente coronario agudo: Isodril: una tableta S.L. S.O.S. ó Morfina: 1 ampolla intravenosa S.O.S.. En la práctica diaria, y para pacientes de este tipo, usualmente la falla es en el registro de incumplimiento. En cuanto a farmacoterapia convencional específica, se evaluan los aspectos más simples posibles para nuestros propósitos. La practicidad se transforma en pragmatismo odioso por la imprecisión y la falta de comunicación. No nos acordamos que si se actúa sólo como diretor se desvirtúa no sólo la acción sino la reacción. Somos actores y directores por excelencia y para ello debemos mantener la actitud adecuada la práctica demuestra lo contrario. Se podría concluir, que si no tenemos sentido de historia o si ésta no representa enseñanza, nuestro atraso quedaría justificado pero nunca compartido; el problema es más grave si reflejamos que aún nuestro dominio de lo atrasado, conclusiones que surgen de este trabajo tras someter a criterios de calidad los registros pertinentes a órdenes o indicaciones médicas: No se tiene conocimiento del uso correcto ni inteligete de este recurso,no refleja el aspecto formativo acorde con nuestros tiempos o necesidades peculiares, el denominador común para cualquiera de los aspectos examinados es la impericia y/o la incompetencia, y más aún, donde se favorece la iatrogenia, se agrega el ingrediente de imprudencia, el valor proyectivo-educativo de nuestra labor individual es casi nulo, la interacción con el paciente por un lado, y el sentido de equipo que concebimos y tansmitimos por otro, rayan en lo ant-ético nos dejan resguardo legal(AU)
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