El derecho al ambiente sano como derecho humano fundamental en el sistema interamericano de protección de derechos humanos / Maria Maritza Da Silva Dos Santos ; tutora Isabel de los Rios

Sección Publicaciones Oficiales Tesis de Grado Especialización 1 CD (5 1/4 PLG.) Universidad Central de Venezuela, Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas, Comisión de Estudios de Postgrado Especialización en Derechos Humanos

En América Latina el Protocolo de San Salvador, en su artículo 19.6, refiere que el reclamo contencioso procede sólo cuando se haya violado el derecho a la educación y el derecho de asociación con fines sindicales, causados por una acción imputable al Estado. Ahora bien, la arquitectura institucional del sistema interamericano se presenta incompleta en lo que respecta a la tutela directa de los derechos, la escasa jurisprudencia por violaciones al ambiente en conocimiento de la Comisión o la Corte Interamericana de Derechos Humanos, y del tratamiento tímido dado al asunto, muestra la ausencia de exigibilidad y justiciabilidad del derecho humano al ambiente sano, en instancias internacionales de protección, que permita servir de garantía a una adecuada defensa, que incida en mejorar la calidad de vida de las personas afectadas por la degradación ambiental, como mecanismo de protección para fortalecer el Sistema Interamericano de Protección de los Derechos Humanos. La inexistencia de herramientas para preparar denuncias de derechos humanos cuando las condiciones ambientales reflejan estándares menores a los requeridos para mantener el bienestar de las sociedades, por la vía del reconocimiento del derecho al ambiente sano como derecho fundamental, torna necesario realizar un estudio que demuestre la necesidad del reconocimiento y los mecanismos existentes. Así, el objetivo general de esta investigación es analizar el reconocimiento del vínculo existente entre los derechos humanos y el derecho al ambiente ante el Sistema Interamericano de Derechos Humanos, que permita invocar la tutela judicial internacional para la efectiva reparación por daños ambientales. Siendo así, el derecho al ambiente sano no puede invocarse directamente sino a través de la vinculación de otros derechos protegidos y bajo la abstracción del desarrollo progresivo de la Convención Americana sobre Derechos Humanos, lo que no ha generado el efecto jurídico protector que requiere este derecho humano, pues el artículo 26 de la Convención generaliza y no define qué se entiende por desarrollo progresivo, cuáles son los derechos que están incluidos, cuáles exceden de la protección brindada por la norma, y en qué medida están amparados estos derechos, dificultando su aplicación a un caso concreto, y aún cuando el Protocolo de San Salvador reconoce expresamente el derecho al ambiente sano, y se erige como uno de los instrumentos internacionales en hacerlo, pero su aplicabilidad es un elemento por desarrollar.